Existían desde terribles historias hasta magníficos relatos sobre por
qué el bosque que se encontraba detrás del muro estaba prohibido. Desde rumores
de los campesinos hasta conversaciones nocturnas familiares, pero sin duda,
¡los de su abuela eran los mejores! Y él sólo era un niño curioso sediento de
experiencias. Así que un día de verano, decide desobedecer la regla más
importante del pueblo y llevándose a su amigo a una travesía, cruza el muro
hacia un bosque lleno de enigmas. Sólo eran niños curioseando, no sabían que
les esperaba, ni lo bueno ni lo malo que pudiese existir ahí, lo único que
conocían eran la arboleda de cerezos que cubría como un manto el bosque que
miraba diariamente desde su ventana.
¡Qué disfrutes la lectura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario