Título del libro: ¡No funciona la tele!
Título original: Penny Lee and her TV
Autora e ilustradora: Glenn McCoy
Editorial: Santillana Ediciones Generales
Traductor: Miguel Azaola
Año: 2011
País: México
Las imágenes presentes en este libro sirven para potenciar la
historia, darle sentido y profundidad. Sin embargo, el texto se puede entender
a cabalidad sin ellas. Es por esto que es un libro ilustrado, ya que, como lo
indica Shulevitz, (1999) “las ilustraciones acompañan a un texto que
bien puede sobrevivir sin ellas” (p.1). Aun así, sí son un apoyo
estilístico importante.
La historia trata sobre una niña llamada Pepa León, quien no podía vivir
sin su televisor. La TV era todo lo que conocía del mundo. Su obsesión por
mirar televisión la hacía ignorar todo su alrededor, entre ello, a su mascota
Barriga. Un día ¡LA TELE NO PRENDIÓ MÁS!, por lo que, junto a Barriga,
emprendieron un imaginable viaje hasta un servicio técnico para reparar la
televisión. Durante el viaje, Pepa se dio cuenta de lo que había afuera. Un
mundo completamente desconocido para ella, lleno de colores, juegos y
diversión. ¿Acaso este será el fin del televisor para el mundo de Pepa?
En primer lugar, es considerado un gran libro para leer por las
páginas que presentan un fondo blanco, las cuales “ofrecen un amplio campo a la
acción y favorecen la concentración en la escena, resaltando el texto y la
imagen” (Colomer, 1999, p. 175). Es por ello que esta característica es
fundamental para lograr resaltar tanto las ilustraciones de las vivencias
experimentadas por los personajes, como el texto, que sin este fondo sería
mucho más monótono y poco llamativo.
En segundo lugar, el formato es otro punto importante para destacar de
esta obra. Este formato tiene una dimensión pequeña, lo cual según Colomer
(1999) favorece la relación de intimidad que se puede generar entre libro y
lector. También se destaca la distribución rectangular vertical, formato que
permitió a la escritora emplear un llamativo recurso estilístico. El recurso
consiste en la utilización de 2 páginas que dan origen a un formato rectangular
horizontal, lo que “posee una voluntad explícita de representación del mundo
físico al identificarse con la habitual mirada humana sobre la línea del
horizonte.” (Colomer, 1999, p.174). Lo mencionado anteriormente es precisamente
lo que se ve en las páginas, cuando se presentan paisajes de cuando recorren la
ciudad.
En tercer lugar, al momento de la lectura, el texto logra cautivar y
mantener un constante disfrute de las aventuras que vivían a cada momento Pepa
León y Barriga. Sobre todo al momento final, ya que sorprende con un inesperado
y entretenido desenlace. Situación que menciona Machado quien dice “si un libro
no es leído con gusto, con placer, con emoción por los adultos, tampoco lo será
por los niños…” (Machado, 1998, citado por Munita, 2010, p.22). Por lo
tanto, si fue gozado por adultos, será un libro con muy buena llegada también
para los niños.
Para finalizar se destaca que este libro está enfocado para niños desde
los 7 años que se encuentren idealmente en primero o segundo básico, ya que
están recién desarrollando las habilidades lectoras. Ahora bien, como señala
Colomer (1999), el no tener velocidad lectora puede ser una desmotivación al
querer iniciar un libro, pero si este libro, a diferencia de lo esperado,
contiene una trama interesante, logrará evitar el rechazo a la lectura y por el
contrario los motivará a querer seguir descubriendo más historias.
Autoras de la reseña: Paulina Mella y Javiera Rebolledo.