miércoles, 26 de mayo de 2021

Reseñas: hermanos de distintos huevos

Titulo del libro: Coco y Pío

Autor e ilustrador: Alexis Deacon

Editorial: Ediciones Ekaré

Año: 2014 (segunda edición)

País: España

Traducción: Carmen Diana Dearden




Este es un libro álbum en el que el sentido de la historia es completado por la imagen. Esta agrega información, tal como lo indica Shulevitz (2005): “el peso de la narración recae igualmente o más en las ilustraciones que en las palabras” (p.1).

Frente al mar se encontraban dos huevos, uno apoyado sobre el otro. De ellos nacen un cocodrilo llamado Coco y un pájaro llamado Pío. A pesar de sus diferencias, la ignorancia hacia el mundo exterior es la misma y es así como se adentran en una aventura de sobrevivencia, aprendiendo a respetar y compartir sus estilos tan distintos que los llevará a formar un vínculo. Y un día, en una de sus aventuras, la corriente del río los llevó a un lugar donde se encontraron con un grupo de cocodrilos y una bandada de pájaros. Es ahí entonces cuando toman la decisión de seguir caminos separados. ¿La naturaleza podrá romper su vínculo, acaso pueden ser un pájaro y un cocodrilo hermanos?

Es interesante, en primer lugar, por sus imágenes. Colomer (1999) indica que las ilustraciones tienen la capacidad para introducir complicaciones en la historia que no transcurren a través del texto. Se pueden describir escenarios y personajes logrando que las ilustraciones también cuenten la historia, entregando detalles de los que no aparecen escritos. En el libro se ven las acciones de los personajes que no se mencionan en el texto, en este caso el intercambio de cultura que se hace al imitarse, ya que cada especie tiene sus costumbres. Un ejemplo más concreto sería la alimentación. Ambos se alimentan de forma distinta: el cocodrilo caza su comida, en cambio el pájaro espera a que su madre lo alimente y en el texto podemos ver cómo estas ideas se complementan.

En segundo lugar, el fondo de la página, “es un espacio abstracto, que ofrece un amplio campo a la acción y favorece a la concentración en la escena” (Colomer,1999, p.175), permitiendo que la imagen resalte mucho más que el texto. Por ejemplo, en la obra el autor se encarga de hacer énfasis en los cuadros, dejando su fondo en blanco para dar a entender que siguen una secuencia, haciéndolo mas atractivo para captar la atención del lector en la imagen. Estas secuencias permiten construir el ritmo de la narración.

En tercer lugar, se destaca de esta obra el hecho de que la formación de valores se entregue de una forma más sutil. Munita (2010) sugiere que antes la literatura infantil era vista como una forma de dejar enseñanzas y moralizar a los niños, ahora se entiende que puede ser interpretada subjetivamente, ya que se relaciona a un concepto propio que los lectores deberían captar dependiendo de la formación moral y ética. Durante la historia se pueden interpretar enseñanzas que los llevará a conocer algunos valores que van a ser juzgados por cada lector, como la amistad.

Si bien la editorial sugiere que el texto sea leído durante una edad determinada, se recomienda leer este cuento desde los 6 años y dejar a todo público que desee gozar de este, porque como lo indica Machado en Munita (2010): “Si un libro no es leído con gusto, con placer, con emoción por adultos, tampoco lo será por los niños.” (pp. 22-23). Y de este modo cambiar hábitos, creencias, el acceso cultural y social, construidos por adultos sobre la literatura infantil.


Autoras de la reseña: María José Cortes, Catalina Sara y Natalia González.  







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