El texto a reseñar corresponde a un libro-álbum, en el que las palabras no se sostienen por sà solas. Son las imágenes las que proporcionan la información que omiten las palabras, según Shulevitz (2005). Es por esto que las ilustraciones tienen como propósito
complementar el texto para tener una mayor comprensión de él.
La historia trata de una niña que se encontraba de
vacaciones en la playa junto a su familia. Un dÃa, cuando estaban reunidos en la arena, el padre decide ir a
bañarse al mar. Entonces se quitó la polera. La
niña al mirarlo se dio cuenta de que tenÃa una barriga muy grande, por lo que
empezó a sacar conclusiones de que su padre estaba embarazado. ¡Estaba feliz con
la idea de tener un hermanito! Comenzó a cuidar el embarazo, pero su
madre se percató de su comportamiento y le preguntó qué le ocurrÃa. Ella le dijo que sabÃa del embarazo de su
papá. La mamá le dijo que los
papás no pueden tener bebés, asà que la niña se frustró. Realmente estaba muy ilusionada. Pero de pronto algo inesperado ocurrió, ¿que habrá pasado?
Este libro es muy interesante. En primer lugar, es posible valorar el inicio de la
narración. Las primeras páginas deben
ofrecer elementos que seduzcan y llamen la atención del lector entregando
información de los personajes, del lugar en el que se desarrolla la acción y debe introducir
interrogantes que provoquen al lector querer saber más de la historia, según Colomer
(1999). Este cuento nos introduce rápidamente a la trama principal, que es la base es
creativa. De esta manera logra llamar la atención y sostener el interés. Se inicia mencionando el contexto (la playa), los
personajes y también genera interrogantes. Por ejemplo, cuando la protagonista dice: “de repente
lo entendà todo”. Es probable que el lector se cuestione: ¿qué será lo que habrá entendido?
En segundo lugar, se destaca elementos materiales que lo
componen, como las imágenes; un aspecto
fundamental de las historias para
niñxs. Con respecto a la relación entre lo
escrito y lo visual, es posible mencionar que texto e imagen se necesitan mutuamente, reparten
información complementaria que el lector debe fusionar (Colomer, 1999). En el
libro se observa lo mencionado cuando dice: "Papá se quitó la camiseta…
Yo no lo veÃa asà normalmente. De repente, lo entendà todo." En esa escena, la imagen
entrega mucha información o: se ve que la niña está mirándole la panza, porque él
papá está gordito. Esto no se aprecia en el texto (no se dice). De esta manera, la imagen es un muy buen elemento complementario para la comprensión del texto.
Por último, se valora las caracterÃsticas de la página. Sobre esto, Colomer (1999) hace alusión a cómo generalmente estamos acostumbrados a dirigir la mirada
cuando leemos: “en los cuentos infantiles el texto se situara en la página
izquierda y se reservara la derecha para atraer al lector con la imagen”
(p. 175). En el libro también se sitúan elementos en ambas páginas
para convertir la doble página en un escenario teatral, lo que llama aún
más atención de los lectores y los incentiva
a realizar la lectura del este libro. Esta disposición de la página además permite que la lectura sea compartida
entre mediadores y niños/as, incluso menores que no saben leer podrÃan
disfrutar de las imágenes mientras el adulto lee (Colomer, 1999).
El libro va dirigido para niños de 6 años en adelante, ya
que en esa etapa de la vida comenzamos a preguntarnos: ¿de dónde vienen los
niños? Sin embargo, de todas maneras puede ser leÃdo por todo tipo de público, ya sea
infantil, juvenil y adulto que lo quiera disfrutar independientemente de su
edad, pues una obra literaria infantil de calidad puede ser disfrutada por todo
público, tal como señala Munita (2010 ).
Autora de la reseña: Camila León.
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