miércoles, 24 de junio de 2020

Reseña: el crecimiento personal de un niño: conviviendo con sus propios monstruos

Título del libro: Donde viven los monstruos

Autor e ilustrador: Maurice Sendak

Editorial: Harper

Año: 1963

País de edición: Estados Unidos



Shulevitz (2005) indica que los libros-álbum están profusamente ilustrados y las palabras no se sostienen por sí solas. En este libro álbum Maurice Sendak logra demostrar que las palabras por sí solas no nos dicen que tipo de travesura ha cometido el personaje principal y que sin las ilustraciones la información queda inconclusa. En el clímax de este podemos apreciar con más profundidad esta teoría.

El libro relata la historia de Max, un niño desobediente que usa su traje de lobo para hacer travesuras. Su madre lo envía a su cama sin cenar y se zambulle en un mundo imaginario creado por él, que está poblado de feroces criaturas que le obedecen ciegamente y lo nombran “el rey de todos los monstruos”. Max ha llegado al lugar donde habita lo salvaje. ¿Cómo volverá?

Este libro resulta ser muy atractivo e interesante, en primer lugar, por los elementos materiales que posee, donde la materialidad es un aporte según Colomer (1999). El formato que se presenta es de “formato italiano” más conocido como rectangular horizontal, con grandes dimensiones (26 x 23 centímetros) que establecen una distancia física entre el lector y el libro adquiriendo un carácter de espectáculo.

Además, contiene ilustraciones llamativas con finos detalles, y técnica de tramado cruzado característico de Maurice Sendak, que consiste en usar líneas muy cercanas entre sí que se intersectan para crear la ilusión de textura. Las ilustraciones complementan el contenido del libro y hallan su mejor expresión en la horizontalidad del mismo, ya que a medida que avanza la historia, esta se expresa mediante imágenes sin usar ni una sola palabra, y así se puede apreciar de mejor forma el viaje por el cual atraviesa el pequeño Max.

En segundo lugar, y es por esto por lo que este libro se ha convertido en un clásico de Sendak, es que según Munita (2010) la buena literatura infantil no solo la pueden disfrutar los niños. Podemos apreciar que la materialidad y las ilustraciones que han sido cuidadosamente dibujadas pudiendo apreciar cada uno de los trazos, logran captar la atención de cualquiera. Cada lector que se toma el tiempo necesario para leer y admirar este libro permanecerá hechizado. La historia puede ser interpretada de diversas maneras dependiendo de quien lo lea. Cuando un libro es arte no paran de emanar significados, visiones y sensaciones.

Donde viven los monstruos puede ser disfrutado por niños y niñas desde los ocho años.



Autoras de la reseña: Carla Carrasco y Paula Cea.

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