Reseña: Melina, a pesar de su tristeza, cuenta con muy buenos amigos

Título del libro: La mejor luna

Autora: Liliana Bodoc

Ilustrador: Eugenia Nobati

Editorial: Norma

Año publicación:  2007

País de edición: Argentina

La mejor luna es un libro ilustrado. Esto quiere decir que podemos acompañar nuestra lectura con las imágenes del libro. Sin embargo, este cuento puede ser entendido sin problema sin ilustraciones, ya que éstas sólo reproducen lo que vamos leyendo en el cuento. Si bien las ilustraciones no son necesarias para entender la historia, sí amplían el contenido que aporta el texto y son un aporte estético a la obra.

El cuento La mejor luna nos relata la historia de una gatita que le encanta ver la luna por las noches, pero surge un problema terrible para ella cuando una noche la luna llena ya no estaba redonda y bella. Melina ya no era la misma debido a su tristeza. Su dueño, un niño llamado Juan,  y su viejo amigo pintor, Pedro,  se ponen de acuerdo para devolverle la alegría a Melina con un artístico plan, pero ¿podrá la gatita Melina nuevamente ser feliz?

Este cuento tiene calidad literaria ya  que hace buen uso de sus recursos. En primer lugar, destaca por la calidad de las ilustraciones que este tiene. Los dibujos son bien definidos. Se nota claramente lo que quiere representar: al ilustrar un gato, tiene forma de gato, y una luna tiene forma de luna. De igual manera, los colores utilizados son a tono, nada muy extravagante y se relaciona perfecto con la realidad puesto que la trama, al referirse siempre a la noche, no tiene necesidad de solicitar colores llamativos. La imagen nos permite hacer una especie de análisis del relato y aclarar los puntos clave. En la historia a medida que avanzamos la lectura podemos ir viendo las ilustraciones para entender aún mejor lo que está pasando con la gatita Melina, nos podemos dar cuenta de la tristeza que siente y así ampliar nuestra comprensión del cuento.

En segundo lugar, es divertido y destacable la forma en que en este cuento se juega con el lenguaje, tal como señala Munita (2010), ya que el lenguaje es manipulado con fines estéticos. No por ser niños los lectores infantiles deben recibir textos simplistas cuyo juego de palabras sea mínimo o con precarias aportaciones estéticas.  Esto lo convierte en un cuento que entrega a la vez arte a los niños y en este relato en particular el lenguaje que se emplea si bien no utiliza palabras complicadas, le agrega dificultad al entenderlo, pero siempre en modo de juego a través de pequeños trabalenguas. Por ejemplo, al presentar los personajes y decir que "Melina es amiga de Juan y Juan es amigo de Pedro y Pedro es el pintor".

Este cuento finaliza con la aceptación del conflicto por parte de la protagonista que sería no tener una luna tan redonda y brillante como es la de la vida real y vive de buena manera con ello. Según lo mencionado por Colomer (1999), en este tipo de final del relato lo que se quiere lograr es que el joven lector aprenda que en la vida hay situaciones que se deben afrontar con ayuda de afecto y buena comunicación y que no todo puede terminar como un final feliz.

El libro la mejor luna es sugerido para cualquier niño o niña entre los 7 y 10 años que coincide con la edad de Juan, así los niños lectores podrían identificarse con el protagonista. Sin embargo, es importante señalar que, de todas formas, este cuento puede ser disfrutado por personas de todas las edades ya que el tema central del cuento es valorar el gesto y la intención de un amigo por buscar la solución de un problema personal. Asimismo puede tener diferentes puntos de vista y generar interrogantes interesantes para responder.

Autoras de la reseña: Fernanda Verdugo y Catalina Vásquez.