domingo, 21 de junio de 2020

Reseña: poema, expresión de ser y sentir

Título del libro: Un poema para curar a los peces
Autor: Jean Pierre Simeón
Ilustrador: Olivier Tallec
Editorial: Kókinos
Año: 2006
País: España


“Un poema para curar a los peces” pertenece a la clasificación de libro ilustrado, debido a que mezcla la dinámica de la lectura acompañado de ilustraciones coloridas que avivan la historia y su temática.

La historia se centra en Adrián y su pez de nombre León. El pequeño se encuentra preocupado debido a que piensa que su pez podría morir de aburrimiento, pues lo nota deprimido, e intenta buscar una solución para que esto no suceda. Le pregunta a su madre qué podría hacer, quien le dice que debe darle un poema, algo que el niño desconocía. Es entonces cuando comienza a buscar el significado de la palabra “poema ”, recolectando toda respuesta que diversos personajes le entregan a lo largo de la historia para darle respuesta a la gran interrogante que tiene Adrián, pero ¿podrá salvar a León con un poema?

La poesía es interpretativa, cada ser quien goce de poesía y lectura las puede interpretar a su manera. Tal como dice Munita (2010) la lectura, y en especial la lectura de literatura, es un acto de libertad y de creación. Un acto a través del cual los sujetos se observan en las vidas de otros para luego volver la mirada, que ya es otra, hacia sí mismos. Así, logran comprender lo que su mente y su corazón pueden sentir a través de cada letra, de cada palabra y de cada sentimiento, guiándose por el acto más puro, el amor.
 
El amor a León y hacia la aceptación de cómo es cada uno dimensiona la belleza que todos los seres poseemos y muchas veces nos cuesta aceptar. La poesía tiene la esencia de poder contar esa belleza, tal como hace cada ser con Adrián a través de su búsqueda, incentivado por el amor y el complejo acto de buscar algo que él no comprendía, y que todos le daban su percepción de “poema” sobre algo que ellos disfrutaban y en muchos
casos amaban. 

Al considerar cada respuesta, se demuestra que Adrián tomó en cuenta lo que le decía cada ser. Su propósito era encontrar un resultado en su búsqueda y así ayudar a su pez León. En esa búsqueda, el niño nunca perdió el ánimo ni la esperanza, pues era un niño bastante proactivo que no se rendía fácilmente. Apenado, se dirigió donde León, quien aceptó cada palabra que salió de Adrián. El niño se refiere a  un poema como “mi poema es”, lo que genera una reflexión sutil pero profunda. De esta forma, se entrega un mensaje sobre aceptar y celebrar tal como uno es, demostrando que cada ser es único y diferente, que debemos querernos tal cual somos, pues así será posible salir de cualquier dificultad.

El libro se sugiere para niños entre los 6 hasta los 13 años, puesto que pueden sentir empatía con Adrián, ya que es un jovencito intrépido y preocupado por su mascota. Además, posee un relato cautivador, respecto al amor y está acompañado de ilustraciones coloridas que hacen que la lectura sea grata y agradable para los niños.



Autorxs de la reseña: Benjamín Sandoval y Yulissa Trango.


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